enésima potencia

y cuando quieres besos morados, y cuando te sangran los labios hacia dentro? trago sangre y agua, después me levanto, luego aguanto lágrimas y me mantengo hiératica. que nadie se dé cuenta. que nadie perciba. que nadie sepa. luego quiero decírselo todo a alguna persona y las palabras no me brotan, temo que no me comprendan, temo que no me quieran así, de esta manera, cuando el borde palpebral ha decidido salir a pasear, cuando estas manos, nerviosas, se rozan una a otra, cuando mi utópico bivalvo ha perdido cincel, martillo, enredadera a la que agarrarse, agua erosionada con la que cubrir la puta t, yo no sé, por qué estoy hecha de agua, por qué la ciclotimia me alberga, por qué en un breve lapso de tiempo puedo pasar de puro ángel a demonio impenetrable, y sin embargo paciente, anhelante de aire que brote de una manguera, con furia, casi con desdén. el espanto y el asombro forman un cubículo demasiado intenso dentro de mí.