sensibilidad suspendida

(razón: allá)



la puerta de mi adviento


siempre es verde,
fría y sin cerrojos
(sólo hay cascabeles,
y cencerros, a veces)
se escucha: señores,
señoras, el crepúsculo,
y entonces la danza
la encabezan los goznes,
y los fantasmas, como
los magos, retuercen
sus cadenas hasta
lanzar al cielo sus
nubes grises

2 comentarios:

maría nefeli dijo...

Me hace mucha ilusión volver a saber de ti! Me alegra mucho ese encuentro "conmigo" en forma de libro y de casualidad!
Un beso

zeta dijo...

Linda su puerta verde...Y usted, en fin, me da tanta envidia el no poder recordar palabras que no conozco, vaya manera de enriquecer la suya...Suerte, luego la leo...