sensibilidad suspendida

(razón: allá)



entre vagones

Me parece un gran invento el despertador,
no me gusta el sueño entrecortado por la concupiscencia,
hay minutos que puedo recordar cuando estoy despierta
en los que me recuerdo animal. Perro, lobo, hiena, medusa
sin mar. Me muero por picar, morder, arañar.
Necesito entonces un depredador con la misma pasión,
alguien que aspire a ser mi adversario con la naturalidad
del que sabe que hace honor a su linaje. Necesito enemigos.
Si estuviera viajando en tren, y no en mi cama, volvería la
cabeza para observar a los desconocidos, hasta encontrar uno
que me gustara.

6 comentarios:

Comtessa d´Angeville dijo...

me ha venido a la cabeza el poema aquel de Rimbaud, El vagón rosa... creo que era de Rimbaud, sí...

Anónimo dijo...

por un momento recorde a manrique, en las coplas por la muerte de su padre, cuando decia ¡que enemigo de enemigos!, ¡a los bravos y dañosos,
qué león!



beso

Meryone dijo...

viajas en cama como aquel personaje de eloisa está debajo de un almendro?

la belleza portuguesa se pone con ctr alt 4

sólo vale con a y o, que es como la usan ellos

y con n

beso, preciosa

Luna Miguel dijo...

he estado el finde en almeria





como acabo el tema AQUEL?




tengo que hacer un trabajo sobre suplemento culturales, ya te pedire ayuda!

Anónimo dijo...

Entro aquí y me encuentro con varios vagones, pero sé en cuál de todos voy a ir sentarme: en el de Invocaciones, de Alejandra Pizarnik.

Entrevagones dijo...

Tengo la rara costumbre de no hablar cuando no tengo nada interesante que decir, o cuando me repito demasiado.
Desbordas el abecedario y follas con la gramática a tu antojo. Te envidio de una forma malsana.

Mejor de la fiebre, espero.