no sé si el homenaje fue a duchamp, o a bolaño o a amalfitano. sólo sé que fue casual, que desde esta caja-cuarto-jaula de la que he sacado tantas cosas y ahora se ha quedado vacua, no es vacía sino vacua, escuché el viento en unas páginas y las velas de este barco que pronto voy a abandonar. no sabía de qué libro se trataba, cuál dejaba escuchar tan nítido el viento, puro tiempo. debió ser azar.
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