sensibilidad suspendida
(razón: allá)
sembrando
desde dentro del andamio del silencio hasta el vecindario hay un salto. se está muy bien en la cama, en casa, pero es seguro que si sales suceden cosas. me sorprende mucho todo. parece que tengo cara de buena persona. cuando he entrado en la tienda de la señora latinoamericana ésta me ha dicho que se bajaba a por cosas. cuando ha subido me ha dado las gracias diciendo: a veces tardo mucho en bajar porque no quiero dejar la tienda con gente que no es de confianza. como me ha dicho esto (me ha dejado cuadrada -señora, pero si yo he venido aquí dos veces a por patatas leche y pepinos-) mientras me cobraba le he preguntado cómo se llamaba. rosa. y también me ha contado que es de ecuador y me ha preguntado cómo me llamo yo, de dónde soy y cuando le he dicho de bilbao ha respondido ah, española. pues sí, he dicho yo, y me ha sonado a metaconversaciónbizarra, pero qué señora tan maja, me ha metido todo en la mochila, me ha hecho hacerle el parte y yo he entrado bien, y cuando se ha despedido dándome las bolsicas ha dicho: bienvenida al barrio. luego me he comprado un aloe vera camuflado de cactus.
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7 comentarios:
Me gusta como escribes, Rebeka.
Un abrazo.
Gio.
cuidado con el aloe vera camuflado. nunca se sabe.
abrazo, u!
Entiendo que no quiere dejar la tienda porque tiene empleados, ¿no?
Abrazos telepáticos.
Hasta pronto.
no, coño, no quiere dejar la tienda a la intemperie para que le roben los ajenos.
no tiene empleados
un día vi a su hijo
Ah, mi lectura era más dramática y malpensada: pensaba que tenía empleados de los que sospechaba pequeños hurtos o por ahí.
Tienes acento navarrico (escribiendo)
tienes razón, Oraa. como casi siempre :p
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