
A veces el escalón cruje, y hay terror en las plantas de los pies.
Sucede cuando se trata de vivos levantándose sobre los muertos,
por eso, de momento, tengo el corazón ahí en el suelo.
Agáchate, si tienes huevos
el cielo en el suelo,
el bivalvo pisoteado,
y un vaivén de llanto valiente
para recordarme lo que valgo
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