Nadja, André Breton

Para mí, yo continuaré viviendo en mi casa de vidrio, donde se puede ver a toda hora quién viene a visitarme, donde todo lo que está suspendido del plafón y de las paredes se sostiene como por encanto, donde reposo por la noche sobre una cama de vidrio con sábanas de vidrio, donde quien soy aparecerá tarde o temprano grabado con punta de diamante.