desastre 3.0

me advierto temprano, me aviso de lo que está pasando, me llamo energúmena
y bramo, aseguro que me gusta que me llamen perra y no miento,
me vuelvo completamente histérica de madrugada,
vuelvo a interpelarme sobre el verbo impersonal,
se suceden unas lágrimas nonatas,
se decide que llorarse es pulsión vital,
se dice la verdad.

me despierto cinco horas después,
después también de amigos, de bocadillos de pollo,
de abrazos y de un frío pegadito a las pestañas,
exactamente igual que el día que, por error,
convertí un video en foto y nació mi ojo.


desayuno zumo de naranja con uno de los dos señores que,
se comportan a veces como si fueran mi padre.
a mí me gusta que lo hagan. me invita, me lleva a trabajar
y entonces una vorágine inusitada,se vuelve a confirmar,
una vez más, que soy uno de los mayores desastres
de la historia, me vuelve a nacer la personalidad
en lo de ahí abajo, me cojo dos taxis, corro, mando una
foto, confirmo, confirmo, confirmo que mi pasaporte
es electrónico.

me mareo.
me rabio por dentro me muerdo me quiero echar a llorar,
pero qué bueno, en esta vida, siempre hay que volver a
trabajar.

si en dos días realmente consigo pisar suelo de los Estados Unidos
considérenme una Divinidad, por lo menos..