sensibilidad suspendida

(razón: allá)



me preocupa el azar

lo abrazo con entusiasmo,
inquieta tanta belleza de regalo,
debería estar alerta? va a pasar algo?

4 comentarios:

Ángel Muñoz dijo...

pero si es lo único en esta vida que merece la pena rebeca, el azar, el puto azar, que no sabes que coño te va a traer.

miss.smile dijo...

qien sabe..

Isabel Tejada Balsas dijo...

en guardia...por si acaso/ocaso


.*

Dr. Flasche dijo...

Mi mamá alguna vez llegó a decir, cuando la hacíamos reir: "Me he reido mucho, algo malo va a pasar".

Yo siempre pensé que era eso que me explicaron en las clases de filosofía del Bachillerato sobre la moral del esclavo. Tanta parroquia con ritual pero sin religión, tanto cacique, tanto machismo...tanto y tanto sobre sus espaldas...

No soy mejor ella, quiero decir, no diferente. Mis estigmas no son el nacional-catolicismo, ni el machismo. ni viví nunca en un pueblo más de un mes, pero el miedo me puede y me atemoriza como a ella.

Me preocupa el azar, es tiempo de cerrar las puertas. Pero a veces, el mal está dentro. Aquí he visto un día Ghost en la televisión. Definitivamente el ejército y las operaciones le sentaron mal a Demy Moore, pero peor le sienta el miedo a su pareja en la película.

En una escena, típica escena en la que la pareja lee antes de irse a dormir el sé muestra intranquilo. Ella achucha y él concede que le sucede. "Todo va demasiado bien: tú, esta casa, el trabajo...tengo miedo de perderlo".

Y efectivamente, al poco la traición de su mejor amigo le cuesta la vida y todo lo que en ella tenía.

El miedo es nuestro estigma. El de tosos. Incluso pienso que es como el pánico a las arañas, que es adquirido, no de nacimiento. Así es más fácil controlarnos. No habló del gran hermano, hablo de lo social. Con miedo, nos adaptamos mejor al entorno. No hace falta pensar en grandes libros políticos [aunque también] para pensar qué y por qué nos inocula el miedo.

Sí, sim embargo, parece que el niño sabe que un precipio no es buen lugar por el que gatear. El miedo es necesario, nos protege, pero, ¿qué más hace por nosotros? [suplantándanos] ¿qué más dice por nosotros? [insisto, suplantándonos].

Ese libro del tao, habla también del miedo y de la esperanza. Tan lejos del que nada posee, almenos, el mío así lo dice. ¡Qué bellas palabras!

Las cosas horribles están, incluso diría que son, pero no sabemos a qué lado del umbral, incluso, a que lado de la piel, luego ¿cerrar la puerta?

Bueno, no se trata de caminar al borte del preocipio, pero tampoco de sentirse calentito en una confortable agorofobia.

Acabo de recibir un comentario a poema publicado en Facebook y la respuesta de la persona que lo público. Yo, sin embargo, no capté nada. Definitivamente, cada vez soy más consciente de que no entiendo las metáforas en los poemas. Empiezan a darme miedo los versos. ¿Debo detenerme?

Y esa pregunta es el símbolo de toda una clase de preguntas del estilo. Y este comentario, sino un discurso recitado al espejo, en silencio, en mi oscuridad para tratar de autoconvercerme de que el miedo, no puede detenerme.