sensibilidad suspendida

(razón: allá)



lecturas para apuntalar la t





NO HAY MÁS CERTEZA QUE LA DUDA NI MÁS AMOR QUE LA AMISTAD DESNUDA



(...)


- Volviendo a nuestro tema, ¿no cree que la muerte de un ser querido puede ser mucho peor que la mayor de las traiciones?


-Depende de lo que entendamos por "peor". Desde luego, la muerte de un ser querido puede ser más dolorosa que cualquier traición. Pero no te cuestiona. Puede destrozarte, pero no te niega. Por otra parte, es algo con lo que inevitablemente se cuenta. Aunque intentemos olvidarnos de ella, y casi siempre lo consigamos, sabemos perfectamente que la muerte está ahí, siempre al acecho. Pero la traición de alguien en quien confiabas plenamente te vuelve irreal, te fantasmiza. Si estás seguro de algo y ese algo resulta ser falso, quiere decir que tu seguridad no tiene ningún valor. No es sólo que el otro no merezca tu confianza: no puedes confiar en ti mismo, en tu propio criterio, en tu propia noción de la realidad, y eso es lo más terrible, lo más disolutorio. No tienes base que te sustente, pues tu más íntima e inamovible sensación de seguridad es un espejismo.

- Cualquier sensación de seguridad absoluta es, en última instancia, un espejismo.

- Sí, por supuesto. Pero la relativización de la confianza tampoco puede ser absoluta, si me permite el juego de palabras. Hay cosas que, de hecho, manejamos como certezas, simplemente para poder seguir viviendo, para mantenernos a flote. Uno puede plantearse, como ejercicio filosófico o mero juego especulativo, la posibilidad de que su propia madre lo venda por un abrigo de visón; pero en la práctica excluye tal posibilidad... Y sin embargo hay madres que venden a sus hijos.

- Sí, pero supongo que a ésas se las ve venir. No deben ser la clase de madre en la que uno confía ciegamente.

- Casi siempre es así, por supuesto; de lo contrario, nuestra civilización, por no decir nuestra especie misma, se habría hundido hace tiempo.

- Y cuando no es así, yo diría que hay que achacarlo a un error de apreciación. Una persona realmente digna de confianza, por definición, no puede traicionar.

- A eso voy precisamente. Por eso la decepción es disolutoria: porque pone en evidencia un error básico. Si uno se equivoca al depositar en alguien su confianza plena, ese error nuclear invalida todo su aparato de ideas y creencias, o cuando menos lo desestructura. Se produce una reacción en cadena que tiñe de irrealidad todo lo que constituye el mundo de uno, hasta que esa irrealidad describe un círculo completo, revierte en uno mismo y lo convierte en un fantasma. Por eso me volatilizaré en cualquier momento.





Todo es metáfora del tú, del ti,
como si el mundo fuera
un gran poema sin salida.
No hay camino que no huya de tu sombra.
No hay abismo ni vértigo
que no acabe en tus ojos.
No hay noche que no sea redonda,
negra, sin fondo, doble, como tus pupilas.
He olvidado si alguna vez
el mar fue sólo agua, sólo tierra
sedienta la arena;
si alguna vez las olas no fueron tus labios.
No hay muro que no sea tu piel infranqueable.




La amistad desnuda
Carlo Fabretti
Coleccion Nueva Biblioteca.
Lengua de Trapo.



2 comentarios:

Anartista dijo...

tan tremendo,
que por momentos me sentí parte de cada letra hilando palabras.

los muros y la piel infranqueable.


tanto tanto tanto
todo.

pocas veces me quedo disfrazada de "sin palabras"

te extrañaba--

Ana María Vilchez dijo...

Mi querida, tu y yo tenemos la certeza de esta amistad.


Un gran abrazo amiga.