sensibilidad suspendida
(razón: allá)
para los iconoclastas
limpié sangre del suelo sin saber qué me pertenecía,
ni siquiera pensé que aquello fuera de origen humano,
soy tan prosaica que creí que se trataba de tomate
de vete a saber cuándo
después encontré el origen del brote, sorprendida
y me maravilló que sangrara tan poco esa piel de mi pie,
el rasguño era tonto, y no dolía
sin embargo me abrumó esa ausencia de dolor
y recordé otras heridas
me palpé las minúsculas cicatrices de mi muñeca derecha
volví a avergonzarme de su nacimiento,
la única vez en mi vida que mi mano se convirtió en puño
y crujió cristales, que nunca crepitan, por propia iniciativa,
no por casualidad, y mucho menos por cortesía
lo único que me alegra es que fuese una violencia hacia nadie
sin embargo en mí permanece, en forma geográfica
de piel lánguida
de suave palma
una atmósfera distinta, una morbidez de llanto,
para lamer con cuidado, y ahora
yo quiero poner delicadeza allí donde hay más daño
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
12 comentarios:
Que Tal..., pasaba a saludar y dejar un cariño enorme.
MentesSueltas
Joder Rebe, sí, pon delicadeza y cariño. No más dolor!
Un besiño gordo!
Atendí, como siempre, a tu llamado... Deja las cicatrices en sus jaulas, asómate a tu alféizar. Un beso cómplice.
No es usted nadie, no diga eso: es la parte más triste del poema. Muy bueno, como todo lo suyo.
Creo que cuando lo escribí pensaba en que me alegraba que mi puño no golpeara a nadie, inocente o culpable. Responsable...
Mi puño sólo abrió ausentes cristales, intrascendentes.
Pablo, ¿y usted quién es?
Hola:
Sé que debería resguardarme en mi isla y no meterme en las junglas de los demás si no soy invitado.
Soy tímido o cobarde para decirle de dónde vengo.
Pablo es mi verdadero nombre, eso sí.
Me alegro de que el puño aflojara. Mucho.
¡No nos pongamos trágicos!
Bastante tenemos todos ya de melodrama en casa, cabeza, corazón. Unas cuantas ces por apuntalar.
Es usted bienvenido, y también su isla. Yo no necesito saber cuál es su procedencia, pero tome asiento, por favor, esta u siempre está encantada de ofrecer un vaso de agUa.
PS: Gracias por su alegría.
A veces lágrimas y sangre ruedan como puños.
U-Rebe: Primero que nada. Hermoso el poema. Segundo, protégete porqué los iconoclastas te van a perseguir. Tercero, que es eso de hacerle el alto a los visitantes? Al señor Pablo casí lo has matado del susto. Hacer bromas en los comments, sólo a ti!
Eresssssssssss
Terriblemente traviesa "U".
¡Tienes razón, Maya! Gracias por advertirme...
Pablo, de rodillitas le pido perdón. Vuelva usted, por favor, ¿me trae un pUñadito de arena? O mejor, algo de ag-u-a.
Vuelvo, no hay ni que decirlo.
Le mando la arena que se me ha quedado en los pies después del último paseo. Es blanca y fina, aunque también me gusta la de la otra parte de la isla, que es marrón y gruesa.
El agua la pone usted, ayer ya le tomé la palabra.
Me quedaré calladito en esta parte del salón, no soy de esos invitados que molestan.
Beso
Jooo, siento haber sido una borde. A veces soy así en los inicios. Un beso. Me encanta que sea arena de sus piecitos!!!
Publicar un comentario