sensibilidad suspendida

(razón: allá)



bonaval para el oriundo




Es tanto lo que lubrico que necesito que me des de beber,
necesito casi que me ahogues con tu agua.
A mí se me escapa, no la controlo,
nada más que agua entre los dedos tengo.
Es tanto lo que doy que a veces no me encuentro,
vacua me vuelvo, vacía por completo,
escupo mientras ando, por los poros sudo
mientras hablo,
y nadie es capaz de rellenarme,
no, no tanto...

4 comentarios:

Ana María Vilchez dijo...

Mi querida Rebeca, el agua es una incontrolable sed de esos poros de los cuales hablas. Tú, déjalos que beban y no hagas como yo que los oculto bajo el bikini.
Un abrazo.
Te quiero.

Anónimo dijo...

Y tus versos que ahogan.

Jackie O. dijo...

hey rebe, qué frescor emana de tus versos. soy cáncer, como tú, signo de agua y, si todo el mundo lo es en un 70%, nosotras más, un 90 o 100.
Qué ganas de zambullirme en una piscina. Buceando, el tiempo se detiene.
Estoy obsesionada con el elemento y más si escribo, como el día de hoy, sobre la expo de zaragoza, cuyo lema lo vertebra, por supuesto, el agua

PerSe dijo...

lindo blog.... pasare por aquí mas seguido...