sensibilidad suspendida

(razón: allá)



PRODIGIO


Primer cuerpo...
Último mar
Adonis
Trad. de Rosa-Isabel Martínez Lillo
Huerga & Fierro Editores
VOCABULARIO ABREVIADO
U
Ella nació en un pliegue
de unión entre razón, corazón
e invención
MÚSICA-I
1
Sale la rosa de su espacio para encontrarla a ella.
Hay un sol otoñal que tan sólo se cubre la cintura con un hilo de nubes.
Así nace el amor allá, de donde vengo.
17
Recita, tú, embriagada de amor, sin símbolos ni exégesis, el cuerpo en rebeldía.
Y grita: "Ven, amado mío, querido, firmamento".
28
Todo cuanto la noche escribió de nosotros, y todo cuanto escribe,
despunta, en nuestra almohada, como el alba, por entre tus dos pechos,
por debajo de ellos, en una flor de velos que en nosotros litigan. Cuánto hubimos leído- contemplado, cuántos miedos escritos…cuando yo te llamaba…
"Mas sigo sin saber quién eres tú", decías.
Y la noche borró lo que al alba escribiera de nosotros.
¿Cómo puedo nombrarte? ¿Quién eres y quién fuiste en la noche de amor?
35
"Todo amor es dolor"- o, como dicen algunos de sus locos:
"Si amas, ser feliz será sólo quimera". Yo amo, no para coger nadano
es mi amor una máscara, tampoco una bandera.
Igual que un manantial que se desborda, igual que brilla el sol, así te amo:
inundando, sin límites. Quimera no es mi amor, ni tampoco dolor.
MÚSICA-II
5
Cierto, eres una mujer cuyo velo más hondo es esa desnudez que la descubre.
9
Ya no quiero más cartas, no deseo que mi amor esté en vela, que navegue sin rumbo entre palabras. Ya no quiero más cartas, no deseo que mis miembros boguen en barcos de papel.
32
Me enamoré de esa cama que nuestros días cubrieron. ¡Cuántas visiones, ayes y secretos a su pecho arrojamos!, Parece que estoy viéndola, mirándonos atenta, preguntando :"¿Qué tal?"- "¿Qué tal?" Hundido en amarguras a esa cama me inclino, me enamoro del grito que explota en su silencio.
ALFABETO Q
¡Qué lecho tan preciado para mis apetitos cuando inclinas la espalda!
¡Qué a a menudo acarició la noche su piel con mis pestañas!
¡Qué a menudo en árbol se convertía mi cuerpo y embellecía el silencio!
¡Qué a menudo el horizonte en el nombre de ella todo me recitaba, excepto el manuscrito de las alas! ¡Qué a menudo aquel sauce llorón, al que puse su nombre, tan sólo con sus trenzas saludaba! ¿Y porqué han de posarse las palabras en un único trono, si es este relámpago quien crea nuestros miembros? ¡Qué estrecho el vestido del sueño para que puedan encontrarse nuestros cuerpos! Dice desde el encuentro: Piensa en dual mi cuerpo. Por eso, me vestí con tu aroma. Por eso, tengo a la muerte lejos, aprenderla no quiero, quiero aprender la vida mas guardarla no puedo. ¡Qué fuerte la debilidad tuya!: la llamaré tu poderío interno. Gracia-agraciada. ¿Su triángulo? Se embellece en mí. En mi cuerpo comienza el mapa de sus constelaciones. ¿Quién, entonces, en ella será él? ¿Quién, entonces, ella será en él? ¿Quiénes serán, entonces, en el mundo?

No hay comentarios: