me ha pasado dos veces, en la puerta del periódico,
cuando aún no son las once, que me para un ser humano,
la primera vez mujer, la segunda hombre, y me espeta:
¿te gusta leer? no puedo negarlo porque llevo un libro en las manos,
así que me limito a sonreír. entonces sacan un folleto, tríptico,
un papel demasiado fino donde se lee que el fin está cerca
y que hay que variar el cilicio. no entiendo por qué creen que porque
me gusta leer necesito salvarme del infierno
2 comentarios:
Nunca halago! me limito a envidiar con ojos de chino y el culo apretado.
en el infierno sólo una temporada por dios
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