sensibilidad suspendida

(razón: allá)



Dice Antonin Artaud en su 'Carta a los poderes'..

Ni mi grito ni mi fiebre me pertenecen. Esa desintegración de mis fuerzas segundas, de esos elementos disimulados del pensamiento y del alma, concebís acaso su constancia. Ese algo que está a mitad de camino entre el color de mi atmósfera típica y la punta de mi realidad. No necesito tanto de un alimento como de una especie de conciencia elemental. Ese nudo de la vida al que se aferra la emisión del pensamiento. Un nudo de asfixia central. Posarme simplemente sobre una verdad clara, es decir, que queda sobre un solo filo.

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