sensibilidad suspendida

(razón: allá)



sobre la siempre impetuosa A

después de un día perdido en una fiebre,
buscar la paz de espíritu resultaría
consecuente si en lugar de muerte
fuera suerte, si en lugar de utópicos
bivalvos pasteles, en lugar de corazones
culitos resplandecientes, en lugar de
estío can, en lugar de agua harina de
pan, en lugar de el destierro un velero
que se llame barbarín, seguro que si
consigo un barco veo el mar.
por qué se tuvo que morir la mujer
de julian barnes? toda era más
fácil, en espacios bastardos, monocordes
y atemporales, si existia pat,
su nuca siempre libre para el beso,
ahora ni pan, ni pat, ni mar, ni paz.
que sea noviembre es de todo
punto intolerable.

1 comentario:

Comtessa d´Angeville dijo...

yo te llevo a ver el mar cuando quieras

noviembre de mierda


cuento los días que faltan para septiembre