la disparition (y Perec grita porque la puerta del coche atropelló su dígito)
entre ensimismarme y ensimimarme quizá debiera dejar la toma de decisiones a mis dedos, dados de carne, irresoluto azar que surge y surte, hasta que se desvanece. esvanescense.
3 comentarios:
pero en realidad su dígito salía indemne..
cierto..
Un caracol como una sangre,
débil dedo que se arrastra sobre la piel mojada,
..
(v.a)
..del mismo poema de más arriba
Orillas del mar, qué otras orillas sino?
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