sensibilidad suspendida

(razón: allá)



hasta que no tuve cómoda no supe lo mucho que me hacía falta el mueble

algunos saben hacer honor a su nombre

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que no tienes es inteligencia. Tienes el pijoterismo, tu esencia más pura.

Anónimo dijo...

Se nota que no te conocen U.
Insultar sin dar la cara, típico de cobardes llenos de rabia y rencor.

Patricia Polo

Anónimo dijo...

Se nota que no te conocen U.
Insultar sin dar la cara, típico de cobardes llenos de rabia y rencor.

Patricia Polo

Anónimo dijo...

Y usted... ¿tiene nombre? ¿Siempre insulta refugiándose en Anónimo, el escritor más prolífico? Yo me llamo Javier Gómez.
Algunas preguntas más: si le parece tan pija nuestra amiga, ¿por qué pierde el tiempo entrando en su página? ¿Tiene usted algún problema psicológico, con tratamiento profesional o sin él? ¿Se aburre con su vida? ¿le interesa tanto la vida de los pijos que no puede pasar sin ellos? No conteste, no es necesario.

alf ölson dijo...

¿Pijoterismo? Ni puta idea tío/a. No insultes si es lo que pretendes.

a roja dijo...

anónimo, ma.

(Del gr. ἀνώνυμος, sin nombre).

4. m. Carta o papel sin firma en que, por lo común, se dice algo ofensivo o desagradable.

algunos saben hacer honor a su nombre

a roja dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
a roja dijo...

nombre.

(Del lat. nomen, -ĭnis).

3. m. Fama, opinión, reputación o crédito.

..y a su falta de nombre

Vladimir García Morales dijo...

el despliegue de inteligencia de a roja levanta, desde el comentario insultante -e insignificante- que abrió toda la serie, un inesperado tributo al pensamiento. Esto siempre da gusto de leerlo y hace que me detenga al sugerir a mi querida u minuscula la muy trivial opción de la "Moderación de comentarios".

Blanca Oraa Moyua dijo...

¿que barabaridad! ¿a quien has insultado?

El Saltador. dijo...

Al "anónimo 1º":

Disculpe que no me explaye.

Me cago en sus muelas de usted.

El Saltador. dijo...

.......y que me perdone Vladimir,mi baja estofa.

Anónimo dijo...

Ay cómo duele la verdad...