sensibilidad suspendida

(razón: allá)



no entiendo las cosas pendientes

será porque siempre pienso que son tendentes
me alegra a menudo recordar que en italiano ternura es tenerezza,
como cuando uno va solo en autobús o metro y se ríe de repente
con un recuerdo
a veces también pienso en ese día en que encarnecidamente unió
puntos equidistantes en el mapa. nos unió la palabra.
antes, en mi primera adolescencia, colgaba de las paredes cartas
cartógraficas.
ahora pienso que adolescencia debería llevar tilde en alguna parte,
en alguna letra.
pirandello escribió uno, ninguno y cienmil. no lo leí, pero lo tengo.
el otro hombre me dio de beber sus seis personajes en busca de autor,
pero yo entonces no sabía que nosotros también lo éramos.
me compró un libro renacentista y nunca me lo regaló. no entiendo
las causas pendientes, ni las cosas perdidas, sólo entiendo de tareas
constantes, de devenires, de pausas, de esperas

2 comentarios:

Blanca Oraa Moyua dijo...

¿has leído el mal de la literatura del escritor catalán? Yo creo que tu lo padeces.

natalia manzano dijo...

yo tampoco lo entiendo. las cosas pendientes penden, pesan y no dejan avanzar. deshagamos la red de las conversaciones no tenidas y se me liberará la garganta de palabras no dichas.















quiero avanzar ligera como una codorniz con pintas.