pero he terminado convirtiéndome en una obsesionada del desarreglo. del no como interjección, de la onomatopeya circunspecta y las palabras rotas. valen más mis pies, porque me llevan a casa. por eso cuando van al no-lugar lo hacen lento. por eso cuando no quieren cuestionarse qué ha pasado deciden traer parsimonia a una fiesta en la que nunca hay presentes, pero pasados demasiados.
2 comentarios:
no sé cómo lo haces, porque son senderos distintos, pero me identifico tanto...
no pares nunca rebe, de verdad.
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