sensibilidad suspendida

(razón: allá)



mujer de lluvia



Nací en el año de la Constitución,
y sólo puedo recitar el artículo 14.
Me engendró la Transición,
la de dos adolescentes, dos seres
en estado de necesidad,
ésa que adolece.

Durante mucho tiempo viví
la Dictadura del Color,
(en el país verde los botes de colacao se envuelven)
Rojo y amarillo, no, por Dios,
o por Sabino,
Arzallus,
o algún ferviente seguidor.


Luego, cuando creces,
o cuando aún no has tenido tal suerte,
se muere la gente. De
funámbulo sobre lápidas,
me alimentaba de porqués,

por qué, por qué, por qué y por qué...

Olvidé el porqueísmo,
En Madrid da igual tu color.
Los semáforos son volubles,
y los sonidos de la cotidianidad
, cuando no estoy
fuerte, pululan por las noches.

En este domingo ansioso,
tras el bochorno y el recuerdo del grito
frente al espejo,
(hace tanto que no hacía eso)
he paseado esta corte de cohortes,
bajo la lluvia, con la mujer de lluvia,
y se calmaron mis ojos,
y bramaron la laringe y el esófago.




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