Hermenéutica con el Arrogante

Rebeca - Alfred Hitchcock (1940) USA

Yo es que no entiendo lo del amor, en serio, quiero decir, bidireccional e intransferible, un amor al uso, un amor de dos, un amor que dure, no sé, ¿ad eternum? Por lo pronto, me genera una total desconfianza, sospecho del amor, e incluso sospecho de los que aman, no, miento, de los que sospecho es de los que aseguran que aman. ¿Cómo se atreve la gente a generar metatextualidad también de eso? Y a mí me encanta el juego metatextual, pero me resulta perverso utilizarlo en este campo del que hablamos, y sin embargo también soy perversa, debe ser por eso que no me importa tanto el amor de todos sino mi capacidad de riego. I mean, soy agua y en agua me convierto. Arrogante, en serio, no sé, me gustaría comprender. Cuando creía en el amor (dejando a un lado el concepto abstracto, del que, si quieres, también te podría hablar -en ése si confío, sí lo defiendo-) no follaba tanto. Ahora que no confío, que incluso lo desdeño, me divierto mucho más. Bueno, también me acerco a los treinta años. Quiero decir, como diria Jesulín, son muchas cosas.. no? Me extraña todo esto porque soy consciente de mi personalidad más que tendente a todos esos conceptos que están ligados al amor, como al cuidado, como a la atención, como a la palabra que brota de boca a mano, qué sé yo. No sé, tengo mucha confusión a este respecto, pero yo amo cuando me corro, en cierto modo, ¿no? Un beso.