sensibilidad suspendida

(razón: allá)



anima mia

Enredadera, mi alma es en, enredadera. Rara, rama y enredadada. Y dada, dada. Desconcertada. En la misma rama, del mismo árbol, cada mañana. Buscando la manera de sentir el viento como de pasada. En el instante es intenso, luego me puedo reír por nada. Nada, nada, dedos, dedos, agua, agua. La savia. Y la savia sabia. Y la u cuando es uve y cuando es extraña. Y entonces hay maña. Para marcar la pausa, para el saltito inocente, para el por favor, para dar las gracias. Oh, gracias. Por no saber la hora del pinchito cuando es domingo, para no hablar de nada, de todo si se impone, si se hace urgente, para volver velozmente a nada, a las cuatro de la mañana, y habla, habla. Dame la mano que hoy hay danza.

1 comentario:

Soledad dijo...

Queridísima u...
en cada espacio, me maravilla la relación increíble e íntima que tienes con las palabras...
un beso grande...
Sole