Y meter el dedo en la sien,
a falta de un instrumento más agresivo,
uno que fermente bien, y acariciar levemente,
hasta que pervierte y entre en juego la mente,
y mis manos, que acarician después otros lados,
esperando que el cerebro se distraiga,
desde el dolor hasta un destino de placer.
3 comentarios:
Rebe!!!
Como estas?
Aun medio volviendo?
Un abrazo, lindo musguito!!!
Siempre me ha gustado mucho el bálsamo de tigre. Es casi mágico ;)
Muy gráfico!!!
Maya
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