sensibilidad suspendida

(razón: allá)



Bienvenida a Oaxaca















Tras cuatro años de nubefilia intensa, he decidido aprender el nombre de las nubes. Aún no sé cuáles son éstas, pero quisiera honrarlas, porque me recibieron cuando llegué a Oaxaca. Era un techo de consistencia dudosa cerca de un cáctus gigante , a una hora de Huajuapán de León.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Jelou, ya he vuelto, al menos en cuerpo. Me está costando más de lo esperado readaptarme a mi anterior vida, sigo con el reloj biológico retrasado y echo mucho de menos a la gente que conocí. Supongo que con el tiempo pueda ir curándome de todos los males. Lo que veo ahora difícil es ponerme al día con todo esto. Leeré cuando pueda cosillas sueltas, qué se le va a hacer. Y algún día actualizaré...
Un beso...
¿Te lo puedes creer? En Toronto no había nubes (o las tapaban los rascacielos, nusé).

Anónimo dijo...

Jelou, ya he vuelto, al menos en cuerpo. Me está costando más de lo esperado readaptarme a mi anterior vida, sigo con el reloj biológico retrasado y echo mucho de menos a la gente que conocí. Supongo que con el tiempo pueda ir curándome de todos los males. Lo que veo ahora difícil es ponerme al día con todo esto. Leeré cuando pueda cosillas sueltas, qué se le va a hacer. Y algún día actualizaré...
Un beso...
¿Te lo puedes creer? En Toronto no había nubes (o las tapaban los rascacielos, nusé).

Luis López dijo...

Besito con sabor a nube.

camaradeniebla dijo...

mujer, disfruta y retransmítenos, por favor el más allá.Una foto preciosa.

Mara Pastor dijo...

qué nubes tan bonitas!! un besote grande,