sobre mis límites,
podría confesar que mi mitad hedonistica disfruta superándolos,
o que algunos confluyen los martes con mi incapacidad general
para despertar. pero lo más importante es mi otra parte, mi azotea
reflexiva, que a veces no me deja imaginar.
1 comentario:
Te entiendo, ahora mismo a mí me duele la imaginación.
Pienso por caridad al tiempo, espacio de nuestro desarrollo. Y tengo mis jardines donde siembro noches, bañeras, cabellos de mujer y ombligos encielados.
Cuanto teatro elevado elevado de soledad hay en tí!!!
Besos...
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