sensibilidad suspendida

(razón: allá)



dispar

sobre mis límites,
podría confesar que mi mitad hedonistica disfruta superándolos,
o que algunos confluyen los martes con mi incapacidad general
para despertar. pero lo más importante es mi otra parte, mi azotea
reflexiva, que a veces no me deja imaginar.

1 comentario:

Rubén Darío Carrero dijo...

Te entiendo, ahora mismo a mí me duele la imaginación.
Pienso por caridad al tiempo, espacio de nuestro desarrollo. Y tengo mis jardines donde siembro noches, bañeras, cabellos de mujer y ombligos encielados.

Cuanto teatro elevado elevado de soledad hay en tí!!!

Besos...