anoche vi a la misma mujer en callao, al ir y al volver, en la misma esquina, sola. en la ida al teléfono, le escuché decir: ¿me pongo la peluca?, en la vuelta sentada en un banco, después de tres horas. me inquieta desde entonces su parsimonia, su necesidad o su desanimo. pero hoy no me la he encontrado
No hay comentarios:
Publicar un comentario