(...)
u - Tú deslizas la ayuda como quien ofrece un vaso de agua.
Maestro - Eso sonó muy bonito.
u - Acuérdate de cómo lloraba yo cuando me hablabas de ciertos modos. Eras muy fiero conmigo.
Maestro - Contigo fui muy fuerte. Pero tú eres mucho más fuerte de lo que imaginas.
u - Lo he pasado feo feo de febrero acá, pero ciertamente me noto bien. O sea, con la mierda, pero bien.
Maestro - La mierda nunca se va del mundo. Sólo hay que aprender a convivir con ella.
u - Cuánta impronta la tuya en mi vida, ¿no?
Maestro -Y la tuya en la mía, Rebe.
u - Oh, voy a llorar. Qué bueno todo, alegrémonos.
Maestro - Me impactas.
u - ¿Te impacto?
Maestro - Me impactas tú...
Ya me voy a mi casita Rebequinha
u - Yo a mi camita.
Maestro - Te mando un gran abrazo y un beso. Que duermas mejor.
u - Espero dormir del tirón. Últimamente es así. Despierto fresca y temprano. Epi, igual es tontería, pero me llena de felicidad despertarme bien, así. Lloro.
Maestro - Sonrío.
Hasta mañana, Rebe.
u - Hasta mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario