sensibilidad suspendida

(razón: allá)



PEQUEÑOS ACTOS PAROXISTAS II


03/04/07


Ésta foto la hice el día que hablé por teléfono con Julian Barnes, gracias a mi amiga María y a otra señorita bilbaína que a veces pasa por aquí y se llama Bertita. El asunto es mucho más relevante aún, hablé con Barnes bajo ese cielo, entiéndeme. Acababa de salir de una historia muy inquietante, como diría Ángel (me percato últimamente de que la humanidad se divide en: los que dicen inquietante o no, los que se quedan dormidos en el sofá, o no, y los que se ríen con Esta casa es una ruina o los que piensan que esa peli es una gilipollez). Tal vez se pueda ir pasando de un lado a otro porque yo no tengo costumbre de decir inquietante pero mira, me ha salido. Cosa de Ángel, será. A veces define bien las cosas, creo, porque inquietante fue ver una película de dibujos animados en una planta altísima de un edificio frente al Santiago Bernabeu, no sé, uno de esos gigantes, y estaba yo sola y tardé un poco y estaba muy enfadado el encargado de darle al on, un señor mayor y serio cuya presencia en las oficinas de Dreamworks resultaba inquietante. Ahí también viene bien, je. Mientras muchos animalitos trataban de salvar su bosque de los constructores, María me mandaba mensajes desde la Plaza del Arenal de Bilbao, decía: “Ya está aquí, ya está aquí”. Y luego las dudas: “Rápido, una pregunta, qué le digo???!!!”. Al final le entró el canguelo y sucedió todo aquello de “eres preciosa y tú puedes” que tanto juego nos dio.


María se acercó a Julian Barnes, le saludó en un inglés tímido y le dijo que su amiga Rebeca estaba al otro lado de su teléfono, que si querría saludarle, por favor. Bueno, no sé, aquello fue un alucine para mí. Porque pude preguntarle si realmente Barnes habla en su capítulo Paréntesis. Y después le pedí permiso para escribirle. Y dijo sí. Pero yo aún no lo he hecho. Y ni siquiera sé explicar por qué. No sé, yo soy de momentos, los que vienen y los que en cierto modo pienso que no deben darse todavía. Quiero decir que estoy segura de que en algún momento escribiré a ese señor, y luego ya no sé qué pasará, pero tampoco es lo importante. Eh, pero qué divertido, ¿no? Tal vez deba escribirlo así: Carta a Barnes, el mundo tras los diez capítulos. Y un personaje que encarga cada mes el mismo libro del autor inglés: “Una historia del mundo en diez capítulos y medio”. La señorita de la librería debe pensar que estoy loca y eso me encanta. Ahora la edición es morada, en Compactos Anagrama, pero yo tengo la edición de Anagrama normal, esos amarillos, y es más bonita. Y está un poco vieja, y tiene una firma arriba ininteligible. A mí me lo dio mi tía Sofía, y me dijo entonces, a mis 15 o así, que el primer capítulo era realmente sorprendente. Y yo me sorprendí a mí misma también diciendo exactamente lo mismo cuando lo comencé a leer. Se lo decía a todo el mundo, y era divertido porque no puedes desvelar, claro, sólo puedes mostrar tu incertidumbre. Tu inquietud ;)


Yo nunca he sabido responder a esas típicas preguntas de ¿peli favorita?, ¿libro? Yo respondo a: ¿fruta favorita? ¿vocal? Sin embargo, ahora puedo decir que “Una historia del mundo en diez capítulos y medio" es mi libro preferido. Vaya me siento nerviosa y todo al escribirlo. Con el tiempo, ¿se puede cambiar de libro preferido?, ¿seria una traición eso? ¿Te acuerdas de que hace poco dije que me desprendía fácilmente de los libros? Pues con este ejemplar que digo me he desprendido aún más fácilmente que ningún otro. Dos veces. La primera persona tardó seis meses en devolvérmelo. Y no lo leyó. La segunda aún lo tiene, y no creo que lo esté leyendo. Puede que también incida que, si se lo di a esas personas, es porque pensé que se entusiasmarían. Y por tanto que me lo devolverían sonriendo, contándome que lo habían disfrutado. No he tenido suerte. Tampoco tengo el libro. Y me gustaría que en algún momento volviera a casa. Es posible que no salga nunca más de aquí. De mi preciada estantería. Prometo ir cada mes a la librería a encargar uno, y regalarlo. Uno cada mes, suena bien. Ya me dieron el aviso de que hay llegado el de marzo.















NOTA A POSTERIORI: Hace dos noches encargué dos Barnes, el de junio y el de julio. Y aún no elegí a mis víctimas.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

yo suscribo. Hasta lo del preferido, y mira que hay libros susceptibles de ser preferidos.

yo se lo he regalado a dos personas, y la verdad no se si les ha gustado tanto. Bueno, a mi madre no.

y lo gracioso es que no lo tengo, lei el que le regalaste a Sei, que ahora ha leido Ser, y he regalado dos y no tengo ninguno. Y me gusta, es mi libro preferido y siempre que lo tengo en la mano es para alguien mas. Creo que le pega, al libro.

perdon por la falta de tildes. Ich liebe dich, ti amo, I love u

je, I love u minuscula

ay que me enrollo

Angie

Sir John More dijo...

¿Pecaré de insolente apuntándome como víctima? O mejor no, consideraré un regalo igual la propia recomendación. El libro tiene una pinta linda, sí. Y tu casa también, u, con tantas luces...

Saludos

Sir John More dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Tengo apuntado ese libro en 'pendientes urgentes' desde que leí aquello que pusiste donde el escorpión de "El caso es que ella está dormida, dándome la espalda, de costado...". Ya te contaré, si algún día lo techo de la lista.

Anónimo dijo...

tacho, quicir...