sensibilidad suspendida

(razón: allá)



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la sensación es extraña, como si me despertara siempre con resaca. debe ser porque me duermo a las seis de la mañana y antes de las doce hay unas piernas de un hombre en mi ventana. hace ruidos con instrumentos que no puedo ver y habla con sus compañeros. están todos dando vueltas al andamio que hay en el patio. así que me levanto, me hago un café, me fumo un cigarro y decido que lo mejor que puedo hacer es seguir durmiendo. no me cuesta demasiado. a veces les sigo oyendo pero confío en su continuo vaivén. no quiero irme a otra cama, ni a un sofá, así que persisto en mi almohada y ellos terminan por dejarme en paz, o yo termino por dormir, sea lo que sea que ellos hagan. pero todavía no me ha dado por farfullar, ni me parece tanta mala suerte trabajar de noche y que la casa esté en obras. pero si todo está en obras. está madrid entero en zona de guerra y los taxistas de madrugada sólo saben hablarme de eso, y a mí qué me importa, lléveme a mi puta casa por amor de dios, que son casi las cuatro de la mañana, que hace ocho horas que eva cabo me acompañó a la puerta del periódico y, a cambio, le di las llaves de mi cueva. pero si hace seis horas que natalia dijo que estaba en madrid de nuevo y le dije: ve, está eva en casa, disfrútala. dos mujeres en tránsito se encuentran en mi cueva y cuando llego sale cada una por una puerta y las dos me abrazan. echo de menos a maría y a mara. pero a veces se sucede la magia. anoche no éramos tres locas, éramos por los menos treinta y siete en esta casa

3 comentarios:

Danilac dijo...

Por un momento me he acordado de esta casa es una ruina, con los obreros danzando por todas partes y un gran caos de protagonista. ¡Tu vida es como una peli!

Ernesto Castro dijo...

Estoy empezando a aprenderme de memoria tu cuarto a base de fotografías. La proxima que sea de los obreros.

natalia manzano dijo...

:)

que ñáñara más buena descubrir en tu cueva el gallego-mejicano, los libros duplicados, libros escritos y encuadernados con ganas, tu risa al intercambiarnos y todas esas cosas que tan bien dejas ver en blanco y negro, u.

tú eres un sol y yo soy el indianajonescogesombrerosenelúltimominuto de la renfe. duerme, duerme.

pd: me he dejado en tu cueva mis pendientes favoritos. puedes: 1. usarlos, 2. prestarlos, 3. regalarlos (aunque prefiero que no, porque así vuelvo un día a por ellos y nos vemos). :)